Mientras que la defensa Alejandro Girón Jiménez, testigo clave de la acusación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), pidió al tribunal que se mantenga la medida de arresto domiciliario.
En tanto que la defensa del coronel policial Rafael Núñez de Aza, informó al tribunal que no tenía nada nuevo de aportar como presupuesto que justifiquen la variación de la medida de coerción, planteando que quiere se conozca a parte su revisión obligatoria.
Con la revisión obligatoria de la medida de coerción se busca confirmar o revocar la decisión dictada por la jueza del Juzgado de Atención Permanente de esa jurisdicción, Kenya Romero, que además declaró el caso complejo.
Mientras que el Ministerio Público pidió que se mantuviera las prisión.
En contra de este grupo, el tribunal dictó 18 meses de prisión preventiva y dispuso su envío al Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo- Hombres.
Según la acusación, el exjefe del Cuerpo de Ayudantes Militares de la Presidencia durante los gobiernos de Danilo Medina, es acusado de dirigir un entramado de corrupción que utilizó como testaferros a la pastora Guzmán Sánchez y a personas de su cercanía.
Al alto oficial se le imputa enriquecimiento ilícito por más de tres mil millones de pesos.
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Nj productora