De acuerdo a lo explicado variables como el desempleo, la inflación, la vulnerabilidad del aparato productivo y la disminución del gasto, en realidad no permiten que se pueda llevar a cabo una reforma tributaria.
Hicieron referencia a lo sucedido en Colombia, donde se han registrado manifestaciones violentas de la ciudadanía, luego de que el gobierno anunciara una reforma fiscal.
Consideran que estos ajustes se pueden aprobar el próximo año, pero mientras tanto, el Gobierno debe socializar, poner sobre la mesa su contenido para que la gente sepa lo que realmente se espera.
“No hay forma de aprobar una reforma si no hay un acuerdo del liderazgo político nacional. Recordemos que para esta aprobación por parte del Congreso Nacional se requiere de una mayoría cualificada”, indicaron los exfuncionarios.
Al analizar el panorama, hicieron referencia a dos elementos importantes; por un lado el desempleo y, por el otro, la pérdida de poder de compra.
“También tenemos muchas pequeñas y medianas empresas que no sabemos, incluso, si volverán a operar o no y otras en un alto nivel de fragilidad. Un dato a resaltar es que el gasto del Gobierno se diseñó con un Presupuesto General del Estado que fuera restrictivo, es decir, que disminuyera el déficit público y eso lo que significa es que el Gobierno va a tener menos gastos este año, lo que implica que eso va a restar al crecimiento de la economía y a la generación de empleos”, enfatizó Juan Ariel Jiménez.
De su lado, durante su intervención, Luis Reyes insistió en señalar que no se trata de una reforma tributaria pequeña, sino que es una de las reformas más grandes que históricamente se haya realizado en el país y que va a golpear severamente a los sectores a impactar. “Entonces, ante un escenario como ese, tiene sentido la decisión de que se apruebe el próximo año”, puntualizó.
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Nj productora