Cuando los microorganismos -como bacterias o virus- nos infectan, nuestro sistema inmunitaro entra en acción. Este está altamente capacitado para detectar y eliminar infecciones y reparar cualquier daño causado por ellas.
Por lo general, se asume que nuestro sistema inmune funciona exactamente de la misma manera, independientemente de si una infección ocurre durante el día o la noche. Pero investigaciones a lo largo de más de medio siglo muestran que nuestros cuerpos responden de manera diferente durante el día y la noche.
La razón de esto es nuestro reloj biológico y el hecho de que cada célula del cuerpo, incluidas nuestras células inmunes, puede detectar la hora del día.