En 2014, la misión Cassini-Huygens descubrió que Encélado contenía un océano regional de agua líquida, a unos 40 kilómetros por debajo de su superficie. Un año después se supo que ese océano era global.
En 2017 se averiguó que ese inmenso océano reúne varios de los elementos necesarios para la formación de la vida e, incluso, que puede acoger pequeños ecosistemas microbianos.
En 2020, un nuevo estudio del Southwest Research Institute (SwRI) en Texas, realizado mediante modelos informáticos, confirmó que ese océano podría disponer de un menú metabólico diverso, capaz de sustentar una rica comunidad microbiana.
Esa investigación descubrió hidrógeno molecular, una posible fuente de alimento para los microbios, en la columna de granos de hielo y vapor de agua que brotaban de las grietas en la superficie helada de Encélado.
Aunque tanto Saturno como sus lunas conforman un mundo gélido, Encélado tiene zonas calientes debido a su actividad geológica interna: volcanes de hielo y agua emiten vapor de agua que se convierte en polvo de hielo, donde se localizó el hidrógeno molecular.
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Nj productora