“La mamá de Leidy está contenida con dos psicólogas del Ministerio de la Mujer pero con esto comienza el proceso de duelo. Hay que respetar el dolor en silencio, es momento del consuelo en el abrazo”, dijo el canciller Euclides Acevedo en una conferencia de prensa tras recibir a la mujer.
Agregó que el presidente Mario Abdo Benítez “me pidió estar con esta familia porque él recibirá los restos de sus familiares el jueves próximo”, en alusión al matrimonio formado por su cuñada Sophia López Moreira y Luis Pettengill -ambos de 36 años- y sus tres hijos menores, que habían contratado a Leidy como niñera. Todos murieron en el derrumbe el 24 de junio del edificio Champlain Towers en Surfside, Florida.
El número de muertos en el colapso del edificio de condominios subió el martes a 95 mientras los equipos trabajan para encontrar más víctimas entre los escombros. La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, dijo el martes que 14 personas siguen desaparecidas y que se han identificado 85 víctimas.
La niñera paraguaya tenía 23 años y a fines del año pasado había terminado la carrera de enfermería, pero trabajaba cuidando niños para ganar dinero y pagarse los gastos de la preparación y defensa de su tesina.
“La madre de Leidy es la auténtica mujer paraguaya: guapa y solidaria, es un ejemplo para todos nosotros porque aguantó su dolor sin pedir nada, como mujer del campo está alejada de la codicia de la sociedad de consumo. No obstante, una vez que tenga la familia el duelo en paz, con tranquilidad se determinará la cooperación del Estado”, acotó Acevedo. Agregó que Leidy “no se fue a Miami a buscar trabajo porque ya lo tenía, es una incomprensión del destino”.
Richard Luna Villalba, hermano mayor de la víctima, confirmó a The Associated Press que los vecinos de su comunidad recibieron el féretro con globos blancos y algunas amigas mostraron pancartas con la fotografía de la victima con el escrito: Mujer trabajadora.
Alrededor de medio millar de personas se congregó en el sitio, incluyendo agentes de policía.
Osvaldo Luna, de 52 años y padre de la joven víctima -dedicado a la agricultura familiar y la cría de vacas, cerdos y gallinas- en medio de su tristeza, hablando en el idioma guaraní recordó que su hija “sólo quería trabajar y ganar dinero para modernizar nuestra vivienda”, actualmente con paredes de madera y techo de pajas en un sector y de metal en otro.
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Nj productora