Algunos documentos no pudieron ser reconstruidos
Ferreiro también confirmó, tal y como habían adelantado varios medios, que Trump solía romper en pedazos documentos oficiales, a pesar de que los mandatarios están obligados a entregarlos a Archivos Nacionales cuando dejan la Casa Blanca.
«Aunque el personal de la Casa Blanca durante la Administración de Trump pegó algunos documentos, otros que nos mandaron no fueron reconstruidos», detalló el funcionario.
Cuando dejan la Casa Blanca, los presidentes estadounidenses deben entregar a los Archivos Nacionales todas las cartas, notas, correos electrónicos y otras comunicaciones por escrito que estén relacionadas con sus funciones oficiales como mandatario para su conservación.
Probable violación de la Ley de Registros Presidenciales
El hecho de que Trump se llevara esas cajas a Florida supone una probable violación de la Ley de Registros Presidenciales, que requiere la conservación de ese tipo de documentos.
No obstante, los fiscales federales tendrían que demostrar que manipuló intencionadamente la información confidencial o cometió una negligencia extrema con ella, algo complicado, y más tratándose de un presidente que puede desclasificar datos a su antojo.
Entre los documentos que se llevó el exmandatario también se encontraba correspondencia que le envió el líder norcoreano, Kim Jong-un, durante el proceso de deshielo bilateral, y que Trump describió en una ocasión como «cartas de amor».
Tras destaparse la semana pasada en varios medios, Trump dijo en un comunicado que los documentos que se había llevado «se entregaron fácilmente y sin conflictos y de manera muy amistosa» a los Archivos Nacionales y que ese material se exhibirá algún día en la biblioteca presidencial que llevará su nombre.
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Nj productora