«Cuando muchos nos decían -no paren la economía, dejen que todo siga, dejen morir a los que tienen que morir- nosotros elegimos otra cosa. Elegimos cuidarlos, elegimos cuidar a todos los argentinos y argentinas», defendió el presidente Alberto Fernández ante los suyos.

Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández han echado el resto en el cierre de campaña en Buenos Aires, donde la coalición opositora de Juntos por el Cambio le arrebató el liderazgo en las primarias de septiembre.

La formación oficialista perdió apoyos en prácticamente todos los distritos, pero los suyos siguen defendiendo su gestión. «Este gobierno hizo lo mejor que pudo, teniendo en cuenta que estamos atravesando una pandemia. Nadie lo esperaba», dice una mujer que se define como peronista.

Otro ciudadano, sin embargo, asegura que «todo fue mal manejado. Desde la pandemia, que fue una gran excusa, manejada sin coherencia, hasta la economía, que no avanza en ningún aspecto, y la inseguridad. Es evidente que hay un descontento generalizado en todos los sectores».

El descontento por la crisis económica y social, sobre todo entre los jovenes, da alas a opciones extremistas como la del ultraliberal y provocador Javier Milei. Este economista, que ha emergido como un fenómeno en Buenos Aires por su discurso contra «la casta» política, aspira al segundo puesto en las elecciones legislativas del domingo frente a la coalición oficialista de centro-izquierda Frente de Todos.

«Nunca vamos a crear nuevos impuestos, nunca vamos a ir contra la vida, nunca vamos a ir contra la libertad y nunca vamos a ir contra la propiedad y, por otro lado, vamos a enviar proyectos que, básicamente, quiten esta opresión del estado sobre las personas, es decir, proyectos que nos hagan más libres», asegura Milei, candidato de los libertarios.

Si se repite el resultado de las primarias, el oficialismo podría perder la gobernabilidad, dando lugar a una mayor inestabilidad económica en el país.

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