Belmondo, que saltó a la fama internacional con “Al final de la escapada” (A bout de souffle, 1960), trabajó con varios de los grandes directores de la “nouvelle vague” francesa, como Jean-Luc Godard, François Truffaut, Louis Malle o Claude Chabrol en los años 60.
“La sirena del Mississippi”, “Une femme est une femme” o “El ladrón de París” fueron algunos de sus filmes más destacados de esa época.
Poco a poco se fue especializando en papeles de seductor y aventurero caradura, incluso de gánster, aprovechando su físico de exboxeador y su sonrisa contagiosa, en filmes como “El Magnífico” , “Borsalino”, “El Profesional”, “El hombre de Río” o “El clan de los marselleses”.
En estas películas destacó realizando sus propias escenas de acción, sin dobles, lo que realzó aún más el espíritu aventurero.
Actor en 92 películas, incluyendo cortos y papeles menores, su última aparición en pantalla data de 2009, en el corto “Allons-y! Alonzo!”.
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Nj productora