En economía, como en cualquier otro tema, la “filtración” (agua, pus u otro) sale por alguna parte. Y, lo mismo habrá de pasar con el llamado subsidio a los combustibles, ya que de algún lado tiene el Gobierno que compensar esos recursos o presentar una nueva ley con ajustes a los elementos que sirven de base para el cálculo semanal de precios.

Actualmente, el precio mundial del crudo sigue alto. El WTI cerró ayer en US$89.88. El subsidio que se otorga cada semana para evitar afectar más a los consumidores proviene de los bolsillos de los consumidores cuando compran combustibles, por lo que no es una pérdida o déficit estatal, sino un manejo contable con los recursos del impuesto al valor final (Advalorem).

El impuesto Advalorem (sobre el precio) de 16% es un Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) aplicado desde 2006, con la Ley 495-06 de rectificación de la reforma fiscal.