La digitalización del aula ha sido un enfoque clave en los últimos años, pero la pandemia de COVID-19 ha obligado a cambiar de la noche a la mañana al aprendizaje completamente remoto, convirtiendo lo bueno en algo imprescindible y ejerciendo una enorme presión sobre las redes y salas de servidores que han evolucionado desorganizadamente a lo largo de los años en muchas escuelas. El desafío ahora es proporcionar una infraestructura de TI educativa que pueda respaldar el aula digital sin interrupciones a la vez que los estudiantes regresan al aprendizaje en persona.
Para abordar estos desafíos, los centros educativos están recurriendo a centros de datos modulares prefabricados. “Se están convirtiendo en una opción atractiva y generalizada para quienes buscan consolidar sus recursos informáticos distribuidos en una instalación eficiente, segura, resistente y flexible diseñada para brindar servicios ininterrumpidos, incluso si los edificios escolares cierran o pierden energía.”, asegura Héctor Martínez, gerente de desarrollo del negocio de soluciones de infraestructura de Schneider Electric para América Latina.
Beneficios de los centros de datos modulares