El Gobierno ruso ha prohibido las exportaciones de más de 200 productos en represalia por las sanciones occidentales. Entre ellos, equipos de telecomunicaciones, médicos, automotrices, agrícolas, eléctricos y tecnológicos.
Vladímir Putin ha advertido de que las sanciones masivas de Occidente contra su país amenazan con disparar los precios mundiales de la alimentación.
«Rusia y Bielorrusia son unos de los mayores proveedores de fertilizantes minerales. Si siguen creando problemas para la financiación y la logística de la entrega de nuestras mercancías, los precios subirán y esto afectará a los productos alimentarios», dijo el mandatario.