Desde las heladas tierras que separan a Rusia de Ucrania nos llegan noticias sumamente preocupantes.
Y es que todo indica que Vladimir Putin finalmente ha decidido invadir a Ucrania, lo que con toda certeza desatará una delicada crisis de seguridad en el corazón de la Unión Europa con consecuencias potencialmente devastadoras para la alianza transatlántica entre Bruselas y Washington.
Tanto su retórica y visión revisionista de la historia de la región así como su reciente trayectoria (particularmente su intervención militar en la exrepública soviética de Georgia en 2008 y su anexión de Crimea en 2014) difícilmente dan espacio a otra conclusión.